top of page

Mono no aware y el miedo a que todo esté bien

  • msaucedob
  • 8 oct
  • 2 Min. de lectura

Hay momentos en los que la vida se siente ligera. No hay urgencia, no hay caos, no hay nada que arreglar. Solo estás ahí, respirando, sintiendo que por fin hay espacio dentro.


Y justo cuando aparece esa calma que tanto buscaste, surge una voz:


“¿Y si esto se acaba?”“¿Y si algo malo pasa?”


Es un pensamiento casi automático, un reflejo aprendido.Porque cuando la mente ha vivido demasiado tiempo en modo alerta, la paz no se siente segura: se siente sospechosa.


Durante años, tal vez tu cuerpo se acostumbró a anticipar el golpe, a detectar señales de peligro en todo. Vivir en calma no era una opción, era un lujo. Y ahora que lo es, tu mente no sabe qué hacer con tanto silencio. Esa desconfianza —ese miedo a que algo malo rompa el equilibrio— es, sin quererlo, una forma de autosabotaje.


No porque queramos arruinar lo bueno, sino porque nuestro sistema nervioso aún no ha aprendido que lo bueno puede durar. No sabe habitar la tranquilidad sin prepararse para la pérdida.


Mono No Aware


Los japoneses tienen una palabra para entender este contraste: mono no aware. La tristeza suave de saber que todo es efímero, pero al mismo tiempo, el asombro de poder sentirlo mientras existe. Aceptar que las cosas cambian, que lo bueno también pasa, pero que su paso no las hace menos valiosas.


Quizás el miedo a que todo se acabe nace del mismo lugar: del amor. Del deseo de conservar intacto aquello que por fin nos hace bien. Pero cuando ese miedo nos impide disfrutarlo, dejamos de vivir el presente y volvemos a la vieja costumbre de esperar el desastre.


Salir del modo alerta


Aprender a estar en paz también es reeducar al cuerpo.

Decirle, con paciencia: “no pasa nada si todo está bien”. Recordarle que el peligro ya no está aquí, que puede descansar.

A veces eso implica quedarnos en el silencio sin salir corriendo. No hacer nada, no anticipar, no buscar qué falta. Solo sostener la calma aunque duela un poco al principio.

Porque sí, la paz también duele cuando no la conoces. Duele porque se siente ajena, porque el cuerpo sospecha que no durará. Pero si te quedas un poco más, si respiras dentro de ella sin huir, algo empieza a cambiar: el miedo se ablanda, la mente baja la guardia, y la vida se acomoda.


Quizás vivir con conciencia sea eso: dejar de esperar la tormenta cuando hay sol, y dejar que el corazón descanse sin culpa.


Mono no aware no nos pide resignación, sino ternura. Nos enseña a mirar lo efímero con gratitud, no con miedo. A entender que la belleza de un instante está en su fragilidad, y que no necesitamos romper la calma para sentirnos a salvo.

ree

La paz no es ausencia de movimiento,es aprender a no huir cuando la vida, por fin, está en su lugar.

Comentarios


Hola, ¡gracias por visitarme!

Recibe todas
las entradas.

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • Pinterest
bottom of page