La adicción a saber (y cómo soltarla)
- msaucedob
- 18 jul
- 2 Min. de lectura
Vivimos en una cultura que nos empuja a tener respuestas inmediatas.
A decidir rápido.
A tener todo bajo control.
Pero… ¿qué pasa cuando no sabes qué hacer?
Cuando sientes que deberías resolverlo todo ya… y, sin embargo, no tienes idea de por dónde empezar.
Ahí es donde suele entrar ese impulso casi adictivo: la urgencia por saber, decidir, poseer, controlar.
La adicción silenciosa a la certeza
Quizá no la llamamos así, pero lo es.
Esa necesidad de tener todo resuelto, de tener claridad absoluta, de querer atrapar el futuro antes de que llegue… es un anhelo tan obsesivo como cualquier otro.
Y, paradójicamente, mientras más queremos controlar la vida, más nos desconectamos de la experiencia real de vivir.
Porque vivir —de verdad— implica muchas veces no saber.
Implica quedarte en la incertidumbre un ratito más.
Habitar esa zona gris donde las respuestas no aparecen en automático… pero sí, a su tiempo.
Vivir en la incertidumbre: el lugar donde se abren las posibilidades
Si algo me ha enseñado la práctica de yoga (y la vida) es que cuando llegas al mat, no sabes qué va a pasar.
No sabes si hoy vas a lograr la postura, si te vas a sentir fuerte o si solo vas a querer tumbarte en savasana.
Y eso —estar ahí, sin expectativas— suele ser más poderoso que cualquier plan.
Lo mismo pasa con las decisiones importantes, los cambios de vida o esos momentos de “no sé qué hacer”.
A veces, la mejor respuesta es quedarte.
Respirar.
Sostenerte un ratito más en la incomodidad de no tener todas las respuestas.
Finalmente, spoiler: no estamos en control de nada.
Porque es ahí, en ese espacio abierto, donde paradójicamente, las cosas encuentran su lugar sin que las empujes.
¿Qué hacer cuando no sabes qué hacer?

Nada… por ahora.
Y ese nada puede ser un acto de enorme valentía.
¿Te ha pasado? ¿Eres de las que siente que siempre tiene que saberlo todo ya? Cuéntame… ¿cómo es para ti quedarte en la incertidumbre?
コメント